«Ramón y Cajal es uno de los mayores genios que ha conocido nuestra especie. Está a la altura de Newton, de Einstein, de Darwin…, entre las cinco o seis personalidades más importantes de la historia de la humanidad. Es el autor más citado de la ciencia mundial en las revistas científicas. Mucho más que Newton»

Juan Luis Arsuaga.

Cajal, nacido en Petilla de Aragón (donde se conserva como museo la casa en la que que nació en 1852), murió en Madrid en 1934 (La casa en la que vivió  ha sido vendida a un particular en 2015 y no ha podido ser convertida en museo)

El premio Nobel de medicina, descubridor del funcionamiento de las neuronas, fue, además de un brillante investigador, un humanista que reflejó en sus escritos sus preocupaciones sobre el ser humano y sobre su país.

(Cajal pintado por Sorolla)

Pues bien, una personalidad tan importante para España y para el Mundo, sigue sin tener un museo en la capital. La casa donde vivió y murió, en la calle Alfonso XII, 64, ha sido vendida a unos particulares en 2015 ante la pasividad y el desdén de nuestros gobernantes.

(casa de Cajal en la calle Alfonso XII, 64)

No contentos con este despropósito, el laboratorio donde trabajó e investigó Cajal, en el paseo de la Infanta Isabel, 12, sigue sin uso, en una eterna espera para que algún día pueda convertirse en un centro dedicado a la memoria del genio.

(Laboratorio de Cajal en el Paseo de la Infanta Isabel, 12)

La propia tumba de Cajal, en el Cementerio de la Almudena, llevaba décadas en un lamentable estado de deterioro y abandono, hasta que recientemente ha sido restaurada. En eso, al menos, hemos avanzado un poco, aunque  debería  asignársele una tumba más adecuada a su importancia, y en un lugar accesible y debidamente señalizado.

(La tumba de Cajal tras la reciente restauración)

Y decimos esto porque creemos que Madrid tiene una deuda pendiente con Santiago Ramón y Cajal, la deuda de dar a conocer su vida y su obra y dedicarle una institución que honre su memoria.