Situado en García de Paredes, 48, esquina a Alonso cano, Gómez es un ultramarinos especializado en buenas legumbres de nuestra tierra, así como en pasta italiana.
Desde hace un siglo, su bonita fachada de mármol con pilastras de madera ilumina este rincón madrileño que conserva su tipismo.
Hace tres décadas que lo regenta Adolfo, un comerciante campechano y locuaz que conoce el género que vende.
Hombre Carlos, has venido a dar con mi tienda de referencia para tantas cosas que cada vez resulta mas dificil encontrar pongamos por caso las tiras de gelatina de carne, imposibles de encontrar en ningún lada. Enfrente del mercado de Alonso Cano, que junto con el de Chamartin ,el de la Paz y el Maravillas son de los pocos mercados municipales que siguen manteniendo el tipo.
Hablando de mercados es extraordinario ver en la actualidad el solar que ha quedado tras el derribo del Barceló. Pienso si no sería mejor idea convertir ese espacio en una plaza parque…Y siguiendo en el mismo barrio también me preguntó que pasa con la obra del San Antón..
Demasiadas preguntas y escasas respuestas en el Madrid de nuestros dias.
Un saludo
Para quienes tenemos cierta edad este tipo de establecimientos siempre han formado parte de nuestro paisaje habitual, por lo que generalmente no nos paramos a valorar el mérito que tiene que continúen abiertos. Este tipo de mini-reportajes que haces sobre los comercios tradicionales supervivientes es muy positivo, porque nos ayuda a recordar que aún quedan pequeños héroes luchando contra titanes.
La verdad es que, al contemplarla, parece que estás viendo una estampa de otro tiempo. Digna de fotos y digna de convertirse en escenario de una serie sobre el Madrid del siglo pasado.
Agradezco vuestros comentarios, amigos Cecilia, Angel y Bernardino.
Creo que este tipo de comercios no sólo son bonitos y curiosos, también tienen cosas útiles y difíciles de encontrar en establecimientos, que siendo cien veces más grandes, a veces tienen menos artículos que estos "pequeños". Además, como dices, Bernardino, la lucha de David contra Goliat siempre me ha emocionado, y siempre he creído en David.
Desde luego que los pequeños comerciantes lo tienen muy difícil para poder sobrevivir en el mundo que nos rodea, pero el que lo hace, merece todo nuestro respeto y apoyo. Estas tiendas desaparecen como la espuma, y es una auténtica pena que poco a poco se vayan perdiendo. Fantástico reportaje Osorio.