A la atención del señor tocador de pitos.
Muy señor mío:
Cuando usted toca furiosamente el claxon de su vehículo, debe saber que en esos momentos hay personas que pasean tranquilamente por la calle y que sufren el molesto pitido con más intensidad que usted, que, a fin de cuentas, va «protegido» por su coche.
En ese momento, además, hay personas que duermen, porque trabajan de noche, o porque están enfermas o porque les apetece. Hay bebés que con mucho trabajo de sus padres acaban de conciliar el sueño, y ellos también se sobresaltan con su bocinazo.
Es posible que el coche que le precede vaya más despacio de lo que usted quisiera, pero tal vez no conoce la ciudad, o tal vez aún no domina la conducción tanto como usted, o tiene cualquier otro problema.
Si el tráfico se atasca no es por culpa únicamente de de los otros, sino también de usted, que se empeña en circular por la ciudad en un vehículo privado sabiendo cómo están las cosas y que no hay espacio para tanto vehículo.
Cuando usted toque el pito, por último, recuerde que está incumpliendo la ley, porque la señal acústica solo puede usarse en caso de peligro inminente.
Foto: C. Osorio
El tráfico en Madrid puede llegar a ser un caos a ciertas horas del día. Entiendo que un conductor que sufra cada día los atascos pueda sentirse frustado y tenga que darle a "lamierdalpito" pero me uno a tu carta diciendo: Por favor, calmaos un poco a la hora de conducir. No por mucho pitar llegarás más temprano.
Es cierto, Santiago, nunca se ahorra tiempo pitando. Como dices se trata de cambiar de mentalidad.