El proyecto de reforma de la plaza de España contempla cambiar de sitio las estatuas de Don Quijote y Sancho Panza. Actualmente las esculturas se hallan en el lado oeste de la plaza, justo debajo de la estatua de su creador: Miguel de Cervantes. El proyecto municipal contempla colocarlas justo en el lado opuesto, el lado este, de manera que las estatuas quedarían justo debajo de la estatua de Isabel de Portugal, que nada tiene que ver con Cervantes ni con Quijote y Sancho, y además quedarían en zona de sombra y a contraluz, ya que el sol discurre por el lado oeste de la plaza, y sería imposible sacar una buena fotografía del conjunto situándose de cara al sol.
-Cambiar de sitio las estatuas supone alterar la disposición que establecieron los artistas que crearon este monumento al máximo creador de las Letras Españolas.
-Con este cambio, las estatuas quedarían debajo de la escultura de Isabel de Portugal, y la escultura de Cervantes quedaría aislada al otro lado.
-Los miles de visitantes que cada día fotografían el conjunto de don Quijote y Sancho se encontrarían con una posición inadecuada para poder hacer fotos: totalmente de cara al sol, a contraluz.
-Las estatuas de don Quijote y sancho quedarían en sombra, la sombra proyectada por el propio monumento.
Hay que añadir que los proyectos que votaron los madrileños en una encuesta bastante poco rigurosa, en la que participaron muy pocos vecinos, en la que hubo más de un tercio de votantes que dijeron No a la reforma de la Plaza de España, y en la que finalmente, el Ayuntamiento cambió los proyectos votados por otros muy diferentes sin ninguna consideración hacia los votantes. La reforma de la Plaza de España es cara, innecesaria y contraproducente. Bastaría con arreglar el pavimento y mejorar la accesibilidad desde la plaza a los lugares próximos. Una reforma sencilla que no requeriría apenas presupuesto.