Si hay un juego infantil típicamente madrileño, es el de «pase misí» . Los niños imitaban la refinada cortesía de los franceses cuando cedían el paso a alguien, sólo que el «pase, monsieur» ellos lo traducían por «pase misí». No se conoce el origen de este juego, aunque bien podría datarse en los inicios del XIX, cuando la invasión napoleónica.
Para jugar se eligen dos participantes que formarán el arco por el que pasará el resto. Cada uno de estos dos elige el nombre de una fruta, un color, una ciudad, etc… (Por ejemplo, rojo y azul). A continuación, se cogen de las manos y las levantan simulando un puente. El resto se agarra por la cintura, formando una fila, y van pasando por debajo del puente mientras cantan la siguiente canción:
“Pase misí, pase misá, por la Puerta de Alcalá, los de
«alante» corren mucho, los de atrás se quedarán”.
A la voz de “se quedarán” (algunos añadían a la canción la coletilla: «pasen ya»), bajan sus brazos capturando a uno de la fila a quien le preguntan qué color prefiere. Según la respuesta se sitúa detrás del jugador a quien pertenece dicho color. Cuando ya han sido capturados todos los participantes, se traza una raya en el suelo, en medio de los dos equipos, y cada uno de ellos debe tirar hacia atrás intentando que el equipo contrario traspase la línea. El equipo que logra hacer que pase la línea el contrario, será el vencedor.
Gracias Carlos Osorio.
Es interesante recordar estos juegos.
Me gusta mucho. El juego y ahora saber su historia. Gracias