Madrid es una ciudad alegre y acogedora. Su mayor encanto está en las calles y plazas del centro, donde se conserva el paisaje urbano tradicional, en sus múltiples parques y zonas verdes, en la abundancia de bares y pequeños comercios, en el carácter abierto y comunicativo de sus gentes.

Pero Madrid podría tener aún más encanto si a lo largo de su historia no se hubieran cometido estos seis errores:

Error nº 1: La destrucción del pasado medieval de Madrid.

Un lamentable error que ya no tiene remedio. Se podría haber conservado algún tramo de la muralla medieval, y algunas iglesias y casas nobles de la Edad Media (De las que apenas nos quedan dos o tres), pero la fiebre de la construcción inmobiliaria acabó con el pasado medieval de Madrid.

Error nº 2: Devastación del paisaje del río Manzanares.

Entre los años cuarenta y los años setenta del siglo XX, el mejor paisaje madrileño, el del río Manzanares, fue arrasado para construir barriadas de casas baratas, así como la autopista M-30 (Este error en parte se ha solucionado con la creación de Madrid-Río). En aquella época, la ausencia de depuradoras convirtió el río en una cloaca maloliente y sucia. Particularmente fue lamentable la construcción de una barriada sobre la Pradera de  San Isidro, donde los madrileños celebraban sus fiestas patronales.

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Error nº 3: la demolición de los palacios de la Castellana.

En los años sesenta y setenta se destruyeron en Madrid, tanto en la zona centro como en los Paseos del Prado, Recoletos y La Castellana, decenas y decenas de palacios del siglo XIX para construir en su lugar edificios modernos de oficinas.

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Error nº 4: La pérdida de los espacios libres y abiertos, y la primacía del coche.

La voraz especulación inmobiliaria ha hecho desparecer los espacios libres y los descampados que rodeaban a Madrid. En ellos se podrían haber habilitado zonas de paseo y de ocio, aparcamientos disuasorios para que no entrasen los vehículos al interior de la ciudad, zonas para fiestas, eventos y conciertos. Hoy Madrid es una ciudad que carece prácticamente de espacios abiertos para uso de sus vecinos. En el interior de la ciudad se ha dado primacía al coche, y eso que Madrid cuenta con una de las mejores redes de transporte público del mundo.

Error nº 5: La tolerancia con la suciedad, el vandalismo y el ruido.

El aspecto desaseado de las calles madrileñas, especialmente en el centro histórico, es un problema que no parece preocupar a las autoridades, ya que no se actúa contra los que  ensucian, destrozan o pintarrajean los espacios que usamos todos. Basura en cualquier parte, meadas, vomitonas, pintadas, carteles, pegatinas, cacas de perro, forman tristemente parte del paisaje urbano de Madrid ante la pasividad y la tolerancia de los responsables públicos. Lo mismo sucede con el problema del ruido. Madrid es una de las ciudades más ruidosas del mundo.

Error nº 6: La turistificación del centro de Madrid.

El Centro Histórico de Madrid, tradicional lugar de vida y encuentro de los madrileños, está siendo convertido en una especie de parque temático para turistas. Los vecinos de toda la vida son expulsados del centro para establecer hoteles y pisos turísticos. Los comercios y tabernas tradicionales son sustituidos por tiendas de souvenirs y comederos turísticos. Este monumental error que amenaza con despersonalizar y desvirtuar a Madrid se está intensificando día a día.

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Ojalá que los madrileños aprendamos de los errores pasados para evitar nuevos errores venideros. Pese a todos los errores cometidos, Madrid vale la pena!

C. Osorio.