A mediados de los años setenta comenzaron a llegar a Madrid los primeros grupos de gaviotas. Inicialmente pasaban aquí la temporada invernal y luego se iban. Luego, muchas de ellas optaron por «empadronarse» en Madrid.
Las nuevas costumbres pesqueras influyen en esta mudanza. Ya no hay casi peces en la costa por la sobre-explotación. Antes, los barcos pesqueros limpiaban el pescado a bordo y arrojaban los desperdicios al mar. Ahora lo suelen congelar en alta mar. Las gaviotas han optado por emigrar a las ciudades y abastecerse en los hiper-basureros. Nuestras gaviotas madrileñas, la mayoría patiamarillas, también en gran medida reidoras, y algunas gaviotas sombrías, acuden cada mañana a proveerse al vertedero de Valdemingómez. Luego chapotean un rato en las lagunas de las graveras o en el río Manzanares, donde también hay cormoranes, y al anochecer atraviesan Madrid rumbo a sus dormitorios: el embalse del Pardo y el Embalse de Manzanares el Real. Como son dos pantanos cerrados al público, allí se sienten seguras.
Foto: C. Osorio.
Una corrección ornitológica: no son gaviotas argénteas, no hay ni una sola, sino gaviotas patiamarillas. Son casi idénticas. Las otras sí son reidoras y sombrías.
Tenemos la suerte de beneficiarnos de estos espectáculos naturales, originados por la adaptación de las aves a la abundancia de comida cerca de las metrópolis. Hemos cambiado su conducta, otro impacto más del hombre en la Naturaleza.
Gracias por tu aportación, Ludwig. Yo siempre las he llamado argénteas, así las he oído nombrar, y así vienen en mi guia de aves, la de Peterson, Mountfort y Hollom. ¿Tal vez les han cambiado el nombre?
De nada, Osorio. No les han cambiado el nombre, en tu guía la patiamarilla debe aparecer como "Larus michahellis", mientras que la argéntea es "Larus argentatus". Pero ya digo que son casi idénticas, y en este caso la manera de saber si es una u otra es que la argéntea no baja tan al sur como Madrid.
Tomo nota! Gracias.