En la calle León esquina a calle Prado hay un hotel que luce en su fachada una magnífica y gigantesca salamanquesa hecha con CD-roms.
La salamanquesa se instaló hace unos meses con motivo de una feria de diseño que hubo en el barrio de las Letras, y cuando la iban a quitar, mucha gente pidió que la dejasen ahí.
Esta creación artística sirve para hacerle un homenaje a este simpático dragoncito que vive en las fachadas de los edificios de nuestras ciudades.
En la oscuridad de la noche, las salamanquesas vigilan para que no entren polillas ni mosquitos u otros insectos perjudiciales en nuestras casas.
Las salamanquesas pueden caminar boca arriba o boca abajo en cualquier dirección y sobre cualquier superficie (incluso cristal) gracias a unos pelillos o protuberancias laminares que tienen en los dedos.
Son totalmente inofensivas, y hacen una gran labor en la prevención de plagas.
Son muy ágiles y muy curiosas cazando a sus presas.
En la NASA, los ciéntíficos están estudiando su forma de desplazarse para aplicarlo a los robots.
Lo peor, es cuando se tiene una "okupa" que está tan a gusto en el porche, y no hay manera de echarla. Y cuando se meten dentro de la casaaaa!!!…Ayyyyy!!!!. Aunque sean inofensivas…. Y además, tengo entendido que crían en cualquier parte.
Animalitos….Les gusta la luz más que a mi.
Un abrazo.
Eres genial doña Umé. Me estaba imaginando a la salamanquesa como dragón y a tí como princesa cautiva:-)
He tenido en la terraza unas pequeñitas, más cuadraditas y con colores muy vivos, difíciles de descubrir que nunca han entrado en la casa. Por lo general nos respetan más que nosotros a ellas.