No te puedes imaginar lo que disfruto cuando nieva en Madrid. Es algo pasional. Gracias por esa preciosa foto. Yo no he tenido tiempo de hacer ninguna foto, así que esperaré a la siguiente nevada.
Don Bernardino
el diciembre 14, 2009 a las 11:37 pm
Yo no sé si el cambio climático es consecuencia de la contaminación, de la destrucción de la capa de ozono o de la emisión de CO2; no sé si es tan grave como algunos auguran o puede ser un gran negocio montado por otros para vender videos apologéticos (como aseguran determinados negacionistas). No lo sé, me faltan conocimientos científicos para afirmarlo o negarlo. Pero que existe, existe. Valga como prueba tu bellísima foto: en mi infancia madrileña (hace algunas décadas, es cierto, pero tampoco era el paleolítico), todos los inviernos nevaba, esta imagen que nos ofreces era la de Madrid todos los inviernos. Hoy, en cambio, y desde hace ya muchos años, es todo un acontecimiento novedoso. Alguien o algo lo ha provocado.
Bernardino: Con algo hay que asustar a la gente: con El Infierno, con La Guerra Nuclear o con El Cambio Climático. Pero aunque se utilicen estas amenazas para manipular y para hacer catecismos, son ciertas. Incluído el infierno, de alguna manera.
Los desiertos están creciendo y los glaciares se derriten, eso es irrefutable. Sobre la influencia humana o sobre la posibilidad humana de remediarlo me remito a una frase recogida por un escritor de un mariñeiro de Corcubión: «A naturalesa non quere forsa, quere modales modestos»
Hermosa imagen, Carlos.
No te puedes imaginar lo que disfruto cuando nieva en Madrid. Es algo pasional.
Gracias por esa preciosa foto. Yo no he tenido tiempo de hacer ninguna foto, así que esperaré a la siguiente nevada.
Yo no sé si el cambio climático es consecuencia de la contaminación, de la destrucción de la capa de ozono o de la emisión de CO2; no sé si es tan grave como algunos auguran o puede ser un gran negocio montado por otros para vender videos apologéticos (como aseguran determinados negacionistas). No lo sé, me faltan conocimientos científicos para afirmarlo o negarlo. Pero que existe, existe. Valga como prueba tu bellísima foto: en mi infancia madrileña (hace algunas décadas, es cierto, pero tampoco era el paleolítico), todos los inviernos nevaba, esta imagen que nos ofreces era la de Madrid todos los inviernos. Hoy, en cambio, y desde hace ya muchos años, es todo un acontecimiento novedoso. Alguien o algo lo ha provocado.
Bernardino:
Con algo hay que asustar a la gente: con El Infierno, con La Guerra Nuclear o con El Cambio Climático.
Pero aunque se utilicen estas amenazas para manipular y para hacer catecismos, son ciertas. Incluído el infierno, de alguna manera.
Los desiertos están creciendo y los glaciares se derriten, eso es irrefutable.
Sobre la influencia humana o sobre la posibilidad humana de remediarlo me remito a una frase recogida por un escritor de un mariñeiro de Corcubión:
«A naturalesa non quere forsa, quere modales modestos»