En los buenos tiempos, era habitual que en cada plaza y parque madrileño hubiera un puesto de horchata.
La competencia de los refrescos industriales (poco nutricios y de gran toxicidad) ha causado el declive de las bebidas naturales saludables y reconstituyentes, como la horchata.
Afortunadamente, aún nos quedan al menos un par de horchaterías con solera: El Kiosko de Narváez y la Fábrica de Tetuán.
Foto: Carlos Osorio
El Kiosko de Narváez se viene instalando en la esquina de esta calle con la de Jorge Juan desde los años cuarenta.
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Foto: Miguel y José
Los bisabuelos de Miguel y José eran de Crevillente (Alicante)
primeramente, en los años treinta, estuvieron en la calle Cedaceros, pero la guerra les obligó a cerrar.
Volvieron al término de la contienda y se instalaron en Narváez nº 9, cerrando luego el local fijo y abriendo el kiosko estival justo enfrente.
Fotografía

El kiosko de Narváez en los años setenta.
Desde entonces muchos viandantes se paran a refrescarse y a hacer un alto en su bregar cotidiano en un puesto que pasa por ser el único que mantiene todavía el «agua de cebada» sabrosa bebida malteada que fue muy popular en nuestra ciudad.
Abren de 10:00 a 21:30 horas.
Otra horchatería tradicional es la «Fábrica de Horchata», situada en Tetuán, en la calle de Villaamil esquina a Pedro Tezano.
La abrieron unos valencianos, los abuelos de los actuales dueños, en 1947.
En tiempos llegaban a vender hasta 4000 litros diarios, cifra que se ha reducido a la décima parte.
La horchatería de Tetuán en 1947.
Foto: José Alfonso. Diario ABC.
La familia mantuvo un kiosko de horchata en la glorieta de Cuatro Caminos y ha abastecido del preciado néctar a importantes establecimientos hosteleros.
Aquí vemos el puesto de horchata de Cuatro Caminos

(Gracias, Juan Miguel, por la foto)
Gigi, la actual encargada, comenta:
«La gente se piensa que el origen de la chufa está en Valencia, y no. Los egipcios encontraron estos frutos en las tumbas de los faraones», dice apasionada mientras muestra un cuadro con todos los elementos químicos de la leche de chufa. «Fíjate. Es mejor que la soja. Lo tiene todo. Es más un alimento que una bebida». Lo cierto es que el potasio, el fósforo, el calcio y el magnesio abundan en este líquido que además de refrescante parece curativo»
 También en Cuatro Caminos, en la calle Istúriz, 4, hay una interesante tienda de frutos secos: J. Espinosa, donde elaboran la horchata al modo tradicional.
Otra Horchatería de calidad es Alboraya, cuyos dueños llevan en el sector desde hace décadas y hace unos años se han instalado en nuestra ciudad, en la calle Alcalá nº 125.
Su horchata y sus helados satisfacen a los paladares más exigentes y, para quien no lo haya probado, la merienda a base de horchata y fartóns (panecillos dulces) es una gozada.
Foto. Alboraya.es