En el parque del Retiro, por donde hoy está el observatorio astronómico, hubo una ermita dedicada a San Blas. Aquí acudían los madrileños de siglos pasados varias veces al año a celebrar fiestas religiosas o populares. La fiesta más importante en este lugar era la Romería de San Blas. Las gentes traían a sus animales para que los bendijeran y quedaran la protección del santo. Blas de Sebaste, San Blas, se había distinguido en vida por la curación de personas y animales.
El Rey de los Cochinos:
Con el tiempo, la fiesta de San Blas fue paganizándose y derivando en una especie de «botellón». Hubo quien organizó una carrera de cerdos, a los que se les disfrazaba con diversos ropajes, la cual discurría por toda la ciudad. All cerdo ganador se le nombraba «Rey de los Cochinos» y durante todo el dia simulaban hacerle honores propios de la realeza. El rey cerdo otorgaba a sus «súbditos» plena libertad para hacer lo que quisieran durante uno o dos dias, libertad que las gentes aprovechaban para dar rienda suelta al desenfreno.
Se cree que esta curiosa celebración pudiera estar relacionada con la fiesta del «rey de los locos» una tradición europea del medievo en la que se coronaba a un indigente o a un perturbado, y las gentes organizaban juergas y bacanales que duraban dos dias.
En 1722 la fiesta del Rey de los Cochinos se prohibió por atentar contra la monarquía y la religión.
Con sucesivan prohibiciones y permisos, la romería de San Blas continuó hasta que tomó el relevo de esta fiesta la iglesia de San Antón, donde todavía se celebra la bendición de los animales cada 17 de Enero.
Otro de los actos que al parecer se celebraban en el cerrillo de San Blas, era ir a coger la verbena, una planta medicinal.
Cuadro: «Los madrileños, de romería con sus animales» Brueghel. Museo del Prado.
Es un sitio muy curioso y poco conocido de Madrid.
Te he encontrado por casualidad, buscando información de la ermita de San Blas.
Como "loca por mi Madrid", te cotillearé tu blog.
Espero que te guste el paseo por el blog
Mi abuelo Federico me cantaba cuando tenia cinco o seis años…
"En Madrid, la carrera del cerdo,
espectáculo muy singular,
se le unta manteca en el rabo
y el cochino aprieta a correr.
La gente ríe que ríe,
el alcalde dice que está bien.
Veréis, venid,
venid, veréis
como se divierte
la gente en Madrid.
…
Gracias, Gelo, muy interesante-