Sabio,reservado, sereno, entrañable: Miguel Delibes, nuestro gran novelista del siglo XX. Miguel estaba demasiado ocupado con sus escritos como para acudir a los cenáculos y cóceteles donde se gestaban los premios literarios. Al final, los premiados somos sus lectores, con una obra profunda, sencilla y deliciosa. Una de sus pequeñas grandes obras me cautivó especialmente: “Viejas historias de Castilla La Vieja”. Si no están demasiado ocupado zapeando por los blogs y tienes un rato de calma para disfrutar de la lectura, date el gustazo: “Viejas historias de Castilla La Vieja”
Hasta siempre, Miguel. Gracias por tu obra y por tu vida!
Eso le engrandece: se quedó en su casa, en su ciudad escribiendo, y desdeñó la gloria a la que otros se agarran con tanto ímpetu que se les olvida cómo se escribe.
Desde luego, Cecilia. Delibes escribía como vivía, con sencillez y autenticidad, sin importarle la fama y las banalidades, por eso es bueno conservarle siempre en nuestra memoria.