.
Hace unos años aparecieron una serie de «anuncios» en las fachadas del centro de Madrid.
Anuncios que parecían destinarse a comprar y vender, pero ni vendían ni compraban nada, solo querían hacer pensar.

.

.
Su prosa-poética agrada al paseante, a veces cansado del mercantilismo que todo lo invade, necesitado de poesía como de aire.

.

.
Compro, busco, cambio la mayoría de los anuncios que hay en nuestras calles por estos otros.
Fotos 1 y 2: C. Osorio

Foto 3: Javier Tamames.