No es habitual que un taller de coches ofrezca una estética medianamente aceptable, pero el caso es que en este curioso lugar de la calle de Sagunto, junto a la plaza de Olavide, pervive la fachada de mediados del siglo XX con un bonito rótulo pintado en cristal y unos anuncios de baterías de la época.
Foto: Carlos Osorio.
Genial que te pases por mi barrio. Pero no que no avises para tomarnos un café. Y una pequeña corrección. El taller ya pertenece a la calle Sagunto y no a Murillo. En muy pocos metros a la redonda del taller tienes dos joyas de Chamberí: la relojeria de Santolaya y la casita baja de Sagunto 5, posiblemente la mas antigua del barrio-finales del siglo XVIII.
Un abrazo
Hola Ángel. El café cuando quieras. Abrazos.