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Al contrario que otros escritores de su época, Miguel de Cervantes fue un hombre serio y responsable, poco dado a los amoríos; sin embargo, hoy conocemos que antes de casarse tuvo un romance con una tabernera: Ana de Villafranca y de Rojas (Madrid,1564-1598).
Ana regentaba una taberna de la calle de Tudescos y estaba casada con Alonso Rodríguez, un hombre rudo y nada afectuoso.
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La tabernera y Cervantes tuvieron un flechazo y mantuvieron una breve pero intensa relación, a raíz de la cual ella quedó embarazada de una niña: Isabel.
Ana decidió tenerla y hacerla pasar por hija legítima de su marido.
Cervantes entendió que debía ausentarse y, como hombre responsable que era, procuró que a esa niña no le faltara nunca de nada. Poco después, el escritor se casa con Catalina de Salazar, mujer con la que compartió vida y afecto hasta su muerte.
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Al morir la tabernera con solo 34 años, Cervantes y su mujer (que no tuvieron hijos propios) se hicieron cargo de la adolescente Isabel, que recibió el apellido de Saavedra.
Para que nada falte en este romance, hay que añadir la intriga política del momento. El tio de la tabernera y parece ser que Ana, también, ayudana encubrir a Antonio Pérez, el ex secretario de Felipe II, en su huida hacia Aragón. Toda una historia de intrigas.
El tío sí, la sobrina no estuvo en esas. Saludos!