(Indigentes durmiendo en la Plaza Mayor. Foto El País)

Estamos en plena campaña electoral y nadie habla de ellos, de los que viven y duermen en la calle.

Lo cierto es que casi 3.000 personas duermen en las aceras. Creo que debería haber alguna solución. Pienso que hacen falta medidas más efectivas. Creo que hacen falta albergues en todos los distritos, con horarios y condiciones más asequibles a estos usuarios, y más políticas asistenciales.

En cuanto al argumento de «dejarles estar» porque «hay que respetar la libertad y los derechos de los indigentes», incurre en serias contradicciones. ¿Existe el derecho a morirse lentamente de hambre, de frío y suciedad en plena calle? ¿Qué clase de libertad tienen aquellos que, como el 40% de los indigentes, padecen serios trastornos mentales y no están debidamente atendidos y tratados?
Por lo que respecta al problema de la ocupación de espacios públicos,  No es lógico que nadie, sea pobre o rico, utilice determinadas vias públicas para acampar, sobre todo si se trata de calles como La Gran Vía o la Plaza Mayor, cuyo excesivo tránsito de viandantes las hace incompatibles con ciertos usos.

Es hora de buscar soluciones a un problema para el que no bastan posicionamientos ideológicos que nada resuelven. La sociedad tiene que prevenir estos problemas y apoyar a los ciudadanos más desfavorecidos para que puedan tener una vida digna.