Un par de veces a la semana voy al mercado. Procuro ir a primera hora, cuando todavía están terminando de montar los puestos. Me gusta el ambiente que se forma, las conversaciones de primera hora de la mañana, los productos fresquísimos, recién llegados de Mercamadrid…Es uno de los mejores ratos de la semana. Disfruto con la vista, el tacto, el olfato…El mercado tradicional es una maravilla. Nada que ver con la frialdad de los supermercados. Los puestos de los mercados son las mejores instalaciones artísticas jamás realizadas. Esta foto, que me encanta, (y no es porque la haya hecho yo, je, je…) habla por sí sola de las maravillas que hay en el mercado del mismo nombre: el Mercado de Maravillas. Yo habitualmente voy al mercado de Vallehermoso, y en ocasiones a la galería de Magallanes. Siempre que paseo por un barrio, o por otra ciudad, no me pierdo sus mercados tradicionales.
Foto: Carlos Osorio
Nuestro mercado local es La Paz. Una de las ventajas del mercado es la variedad de productos que uno puede comprar. Por ejemplo un super tiene solo dos tipos de manzanas y si te apetecen nisperos, pues lo mismo ni los tienen.
Ademas el mercado te hace mas consciente de lo que esta en temporada: ahora esta rebosante de albaricoques y cerezas. El super te ofrece manzanas y platanos todo el año. En el mercado tambien socializas, haces "comunidad" con tenderos, conocidos y desconocidos.
Lo has descrito muy bien, Monkini. Además, hay que añadir que el mercado suele tener productos de nuestra tierra, y el supermercado los trae en contenedores desde lejanos países contaminando bastante.