En la esquina del Museo del Prado con la plaza de Murillo se alza este «peazo» de arbolote centenario, que, por sus muchos achaques, debe llevar varias muletas y cables para no «desarbolarse». Se trata de un Almez (Celtis Australis) cuyo tonco mide 3,5 metros de perímetro, siendo el diámetro de la copa de 25 metros.
Foto: Carlos Osorio.
Se ha librado de la motosierra por estar amparado por el Museo del Prado y el Botánico, que si no…
Salud-os.
Una sociedad que cuida sus árboles es un buen síntoma, sigamos todos ese ejemplo de respeto y generosidad.
Me encanta que nos cuentes cosas sobre esos rincones escondidos de Madrid y no por ello menos interesantes…