Son una especie en serio peligro de extinción. Las típicas chimeneas madrileñas de barro cocido aún pueden verse en algunos tejados, como este de la calle Manuela Malasaña. Hoy estas encantadoras muestras de la artesanía popular se sustituyen por simples tubos de chapa o de alumino.
Foto (c) C. Osorio