Al pasar por la calle de San Bernardo me fijé en un grupo de chimeneas: a la derecha, las encantadoras chimeneas madrileñas de cerámica, del siglo XIX. A la izquierda, las que se hacen ahora, en el siglo XXI.
Bonita foto. Y así tantas cosas. Hoy he pasado por la calle de Concepción Jerónima, ¡una calle con tanta historia y edificios antiguos!. Allí había una antigua churrería, que ya no lo era, era una tienda de algo moderno, no se qué, pero conservaba su fachada y letrero tan curioso. Me gustaba. Pues ya no está. La fachada ahora es de un color naranja horrible, no se qué venden, y el de al lado, para acompañar, azul con pintitas.
karlinski
el mayo 19, 2009 a las 10:48 pm
Esas chimeneas-botijo me impresionaron enormemente en mis primeras visitas a Madrid, al principio creía que eran obras de arte surrealista, pues jamás había relacionado las chimeneas con los botijos. Esto me sucedía como extrajero, claro. Y es que en Compostela las chimeneas tienden a ser más grandes y sólidas que las casas. Y en Rúa do Medio, paralela a Rúa de San Pedro, por donde entra el Camino Francés, lo son. Y jamás, nunca, ni en Galicia ni en Capadocia, había visto cosa semejante. Esas chimeneas-botijo deben ser declaradas Patrimonio Cultural de La Humanidad por la UNESCO.
Bonita foto.
Y así tantas cosas. Hoy he pasado por la calle de Concepción Jerónima, ¡una calle con tanta historia y edificios antiguos!. Allí había una antigua churrería, que ya no lo era, era una tienda de algo moderno, no se qué, pero conservaba su fachada y letrero tan curioso. Me gustaba. Pues ya no está. La fachada ahora es de un color naranja horrible, no se qué venden, y el de al lado, para acompañar, azul con pintitas.
Esas chimeneas-botijo me impresionaron enormemente en mis primeras visitas a Madrid, al principio creía que eran obras de arte surrealista, pues jamás había relacionado las chimeneas con los botijos.
Esto me sucedía como extrajero, claro. Y es que en Compostela las chimeneas tienden a ser más grandes y sólidas que las casas. Y en Rúa do Medio, paralela a Rúa de San Pedro, por donde entra el Camino Francés, lo son. Y jamás, nunca, ni en Galicia ni en Capadocia, había visto cosa semejante.
Esas chimeneas-botijo deben ser declaradas Patrimonio Cultural de La Humanidad por la UNESCO.