Hace poco que una de mis tascas favoritas: Casa Antonio, ha sido transformada en una licorería. Para que no se borre del todo su memoria, pinté este cuadro en el que aparece su fachada original.
Esta casa se abrió en 1890 en la C/ Latoneros, 10, junto a Puerta Cerrada.
El cristal pintado del centro fue el primero en desaparecer, seguramente por obra de algún coleccionista desaprensivo, de esos a quienes no les importa dañar el paisaje de su ciudad. El Ayuntamiento hizo el resto, permitiendo la modificación de la fachada.
Casa Antonio. Acrílico/tabla entelada. C. Osorio.
«saltándose la ley»
Llevo pensando en eso todo el día. En lo que conozco de este país -refiriéndome a España en general-, el «saltarse» la ley está alcanzando niveles muy preocupantes. Aquí sólo cumplimos con la ley los «pringaos», por la cuenta que nos tiene. O los poco «espabilaos», quizá.
Valga esa taberna como ejemplo(Y gracias al artista que conserva su memoria)
La cosa está como para la Lucha Armada. Armada de cuadros, de textos, de dignidad … me refiero.
Los «pringaos», los poco «espabilaos» y el resto de gente honrada, que no es poca, somos lo que sostenemos la dignidad de este país, y de los otros, con nuestras pequeñas denuncias, nuestras tímidas desobediencias, frente a …
Mejor lo dejo así.
Un saludazo!
Como bien dices, fachadas como esa, y lugares con tanto encanto deberían estar protegidos.
Una pena que acaben así.
Nos vemos