La droguería Orúe, en la calle Postas, un comercio útil para los vecinos, catalogado como de especial protección, con una estética armoniosa, elegante y perfectamente adaptada al casco histórico de Madrid.
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Este comercio histórico ha pasado a ser una tienda de souvenirs que, no contenta con retirar el mobiliario interior, ha tapado la decoración exterior y ha invadido parte de la vía pública.