Despedimos definitivamente a una tienda del inicio de la calle Serrano que tenía su encanto.  En tiempos en que todo se compra hecho, la gente que busca tejidos para hacerse su ropa de vestir y de casa, me parece gente original y creativa. Zorrilla cerró en 2009 y ha estado de liquidación durante 2010. Por su buen género y por el buen trato, quedará en la memoria como una tienda madrileña con clase.
Foto: Carlos Osorio