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Hoy me he levantado con tanta energía que en vez de salir por la puerta he salido por la ventana, y me he puesto a planear por el cielo madrileño.
Madrid desde arriba es de color terroso, la abundancia de ladrillo le da un tono roijizo muy característico.
Arriba, a la izquierda, llama la atención esa gran mancha gris verdosa, que es nuestro magnífico parque natural: La Casa de Campo.
Por debajo de la Casa de Campo, la línea de Madrid-Río y luego la M-30-Oeste, que llega por arriba hasta el Hipódromo, en la mitad de la parte superior, formando un óvalo muy marcado, casi como si alguien lo hubiese dibujado con tiza. Por abajo, esta línea nos acerca a la silueta metálica del Vicente Calderón.
Llegando casi casi al centro de la imagen, se ve el eje de la Castellana.
A la izquierda, el parque del Retiro, y más o menos en el centro el estadio Bernabéu.
Luego, bajando la vista un poco más, está esa gran diagonal formada por la autopista M-30-Oeste, y su prolongación en la estación ferroviaria de Chamartín.
Más o menos en la MItad de este tramo de la M-30 se ve un punto blanco con un agujerito en medio: la plaza de toros de Las Ventas.
Abajo, en la esquina de la derecha, la M-40 y el perímetro circular del parque Juan Carlos I.
He remontado el vuelo, porque ya se sabe:
¡De Madrid, al cielo!…
¡Buen día, madrileños!
P.S. He elegido esta foto  porque refleja muy bien el paisaje de la llamada almendra central ( una almendra o un pez, cuyo ojo sería el parque del Retiro).  La he sacado de aquí