Foto: C. Osorio
A las nuevas generaciones ya hay que explicarles que una huevería es una tienda donde se venden huevos. Esto, que era una realidad presente en cada calle madrileña, hoy es casi un recuerdo.
Las hueverías que nos quedan en Madrid se cuentan con los dedos de la mano.
La que muestro en la foto es la de la calle Vallehermoso, 69, en Chamberí.

Da gusto ver todo este universo ovoide. Hoy se valora la calidad de vida de las gallinas y que estas tengan una alimentación natural, por ello no quiero otros huevos que los camperos y los ecológicos.

Foto: C. Osorio
Hay otra huevería de «huevos gordos» en la calle de Maudes, que ha cesado en su actividad hace unos años.
Tal vez los huevos eran tan supergordos que no cabían por la puerta.
Había diferentes de hueverías: las que solo vendían solo huevos, las fruterías-hueverías y las pollerías-hueverías, a las que podemos añadir las tiendas de «aves, huevos, caza»
Foto: Luis Agromayor
La Huevería de la calle Rodríguez San Pedro cambió hace unas décadas sus estupendos letreros de cristal pintado por otros de azulejos bastante simplones.

Foto: C. Osorio
Aunque el mensaje sigue siendo el mismo:
«Primera casa en huevos»
¿No es mucho presumir?
Pero sin duda la estrella de las hueverías fue la «Antigua Huevería» en San Vicente Ferrer esquina a San Andrés, con ese fantástico mural de azulejos. Ahora es un bar, pero mientras fue tienda de huevos, allá por los años setenta, se hizo famosa su propietaria quien, asomada a la puerta, voceaba a los cuatro vientos con toda rotundidad:
«¡Que tengo los huevos más gordos del barriooooooo!«
Y nadie osaba replicarla.