Hace poco pasó por Madrid esta curiosa nube con forma de besugo, y pude hacerle una foto antes de que sus formas se deshicieran. Me llamó la atención que fuera precisamente un besugo, porque es este uno de los pescados estrella de la gastronomía madrileña. Se conoce que este era el pescado que mejor resistía el largo trayecto desde el mar a la capital en tiempos en que se transportaba en carreta.
La frase: «El besugo está por las nubes» se ha dicho tantas veces que no me sorprendió mucho esta visión.
La frase: «El besugo está por las nubes» se ha dicho tantas veces que no me sorprendió mucho esta visión.
Por cierto…¡Qué apropiada ocasión para recordar la receta del besugo a la madrileña!
Foto: Carlos Osorio
Las nubes suelen tener asociaciones con las formas presentes en la tierra. Ese besugo, que comentas, tendría su equivalencia en la tierra en algún político, de los munchos que hay, que en ese preciso instante pasaba por debajo.
Un saludo desde Murcia; entradas como estas descargan adrenalina.
Hola, Dinopas, gracias por tu estimulante comentario, efectivamente, hay mucho besugo en la política actual. También hay que decir que es propio del besugo estar por las nubes, debido a su precio 😉
En la mayoría de los casos, el precio del besugo se equipara a la "soldada" que les pagamos a nuestros políticos. Salarios que, por otra parte, ellos mismos se ponen y a la vez nos imponen a los pagadores de impuestos.
En Madrid, las clases más humildes se conformaban con el llamado "besugo de pobres", es decir, con el denostado y muy sabroso Chicharro o Jurel.
Habéis notado que el cielo madrileño va tomando ya su luz otoñal?
Saludos.
Definitivamente, los artistas tenéis una imaginación portentosa. ¡Las vueltas que le he tenido que dar hasta que he reconocido la silueta del besugo (también podría ser una dorada)! En cualquier caso, al horno, rico, rico …
Hola, paco, es increíble que hablando del besugo nuestra primera asociación sean los políticos.
Cierto, el cielo va formando sus primeros crepúsculos de colores otoñales.
Hola, Bernardino, podría ser una dorada, pero la dorada no está por las nubes…sobre todo desde que la crían en peceras de acuicultura…
¡y el sabor del besugo!
Un saludo reverencioso.