Hace cinco años cerró sus puertas la «carnecería» de la calle Vallehermoso nº 72. Atrás quedan cien años atendiendo al vecindario de la zona. Me gustan las carnicerías de barrio porque normalmente encuentras en ellas carnes del país, bien elegidas. Pero, además, siempre me ha gustado la estética de este local, próxima al Art Decó.
Es una lástima, pero los descerebrados provistos de spray y rotulador campan por sus respetos en nuestras calles, véase la muestra.
Si intentamos obviar los garabatos, veremos una piedra marrón con un dibujo ondulado, y sobre el mármol unas esmeradas letras de bronce en relieve.
Las sorpresas no acaban ahí, bajo el rótulo del comercio, pintado tras cristal, aparecen unas preciosas letras recortadas en madera, de un rótulo anterior.
Hermoso testimonio de aquellos comercios que buscaban una apariencia bella y elegante.
Fotos: Carlos Osorio
Esperemos que los próximos propietarios del local tengan algo de sensibilidad y vean la posibilidad de conservar y restaurar.
Bonito post. Un abrazo
Esperemos, querido Antonio!
yo vivo junto a esta carniceria y me da que no tiene ninguna traza de abrirse eso si antes el genero era impresionante!!!