Os presento a mi bici.
Cuando era más joven la usaba a menudo para moverme por Madrid, pero llevaba años sin tener una.
Al salir de la tienda me fui a dar una vuelta para probarla. Bajé al parque del Oeste, y desde el Puente de los Franceses tomé el camino de la Senda Real y volé, volé sintiendo el aire fresquito en la cara, con los ojos llenos de paisaje, botando por un mundo elástico y sonriéndole dulcemente a la libertad.
pues es muy chula, no la abandones y lúcela por Madrid como merece 🙂