Ya en siglos pasados era costumbre que en fechas navideñas la Plaza Mayor se llenase de productos típicos de estas fechas, entre los que sobresalían, naturalmente los dulces (frutas secas y de temporada, cañas de azúcar apiladas unas con otras, mazapanes, guirlaches, etc.) y también los pollos y pavos que se asaban en Navidad
En torno a 1860 se instala un mercadillo navideño en la vecina plaza de Santa Cruz y empieza a tomar la forma que le caracteriza actualmente, incorporando las figuritas de belén, las zambombas y las panderetas. Los alimentos y dulces siguieron vendiéndose en la Plaza Mayor. Ya avanzado el siglo XX los puestos se concentran en la Plaza Mayor, donde continúan durante décadas, hasta que en 2008 se separan los artículos de broma, que se instalan en la Plaza de Santa Cruz, de las figuritas y panderetas que se venden en la Plaza Mayor, en unas casetas que a partir de esa fecha comienzan a tener una estética agradable. El mercadillo permanece hasta el 31 de diciembre.

Y en estas dos imágenes de época, vemos cómo era el mercadillo navideño en la Plaza Mayor y en la Plaza de Santa Cruz en torno a 1900.

Fotos color: Carlos Osorio.