Como en la mayoría de sus edificios, Fernando Higueras quiso que la naturaleza formase parte de la arquitectura.
Las formas vegetales en permanente diálogo con las formas orgánicas del hormigón.
El jardín del patio central del edificio hubo de ser suprimido y cerrado con una claraboya de cristal por necesidades de la institución
Pero en los patios que separan las crujías, se descuelgan las plantas trepadoras y las enredaderas.
La presencia del medio natural en los edificios contemporáneos garantiza la calidad de vida de sus moradores. La pena es que muy pocos arquitectos actuales han seguido los pasos de Higueras.
La escultura de Francisco López que preside la entrada principal nos recuerda la trilogía:
Hombre-Arquitectura-Naturaleza.