La estatua de Julia, en la calle del Pez, es uno de mis amores platónicos. Ayer me alegré mucho al verla de nuevo. Julia ha estado un año entero en un taller donde le han reparado los destrozos. Unos vándalos la arrancaron de cuajo y le causaron varios desperfectos.
La estatua «tras Julia» es obra del joven escultor Antonio Santín Benito, de 2003. Santín se inspiró en una historia que circula de boca en boca, según la cual, la primera mujer que accedió a la Universidad Central de San Bernardo tuvo que hacerlo disfrazada de chico, porque entonces no había mujeres en la Universidad.
Me alegro de la vuelta de Julia y me gustaría, ya que hablamos del tema, que en Madrid no quedaran impunes los actos vandálicos. Creo que los autores de estos hechos deberían pasar un tiempo haciendo trabajos en beneficio de la comunidad, y que los padres de los mismos, tendrían que pagar una buena multa para compensar a la sociedad de la falta de educación de sus hijos.
Fotos de internet.
Y "culturizándolos" para que vieran todo con otros ojos.
Así con su nombre y su historia parece menos estatua.
Buen día.
Tu Julia es preciosa y hacéis una pareja estupenda.
Los hay con buen gusto….
Un abrazo.
Un abrazo, Matilde y Umé!
Lo has dicho bien claro, Carlos.
Ojalá llegue el deseo de tantos a oídos dignos.
Ojalá, Romo, pero no parece que esté entre sus prioridades.