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Así éramos: cantábamos con cualquier pretexto.
Cantaban los amigos cuando se reunían, cantaban los obreros trabajando en los andamios, cantaba la mamá acunando al bebé, cantaban los montañeros cuando iban de excursión, cantaba el novio a su amor. Cantábamos sin complejos y en nuestro propio idioma, cantaba el camionero y el taxista, cantaba la señora que lavaba la ropa,
se cantaba en la ducha y en cualquier situación. No éramos simples consumidores pasivos de canciones enlatadas, éramos activos y cantábamos.
Así éramos: cantábamos
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Pues yo sigo cantando,y si hay espacio hasta bailo. Hay rituales que mejor no perder.
¡Feliz semana!
Feliz semana, y feliz canción, Tania!