Ilustración: Arturo Asensio
LA PREHISTORIA
Hace millones de años, el territorio en que se asienta Madrid era una zona pantanosa habitada por dinosaurios. La retirada de las aguas en dirección hacia el Atlántico propició la formación de las terrazas arenosas del Manzanares, y en ellas se han encontrado restos fósiles del terciario y el cuaternario, destacando los rinocerontes, mamuts, elefantes y uros. En torno a estas terrazas surgen los primeros asentamientos.
En el paleolítico, y especialmente en el neolítico , hay pequeños poblamientos, primero de cazadores recolectores y luego de pastores y agricultores. Vivían en casas de adobes y techos de retama.
Ilustración: Ràfols.
Por aquí anduvieron los carpetanos, pueblo celtíbero del centro peninsular.
Madrid no existía en tiempos de los romanos, aunque hay villas y enterramientos cerca de la capital.
Pastores y agricultores visigodos tuvieron sus chozas en esta zona, aunque eran cabañas dispersas y pequeñas aldeas.
Madrid surge como una fortaleza árabe en el siglo IX, cuando el emir de Córdoba Mohamed Iº estableció aquí un enclave defensivo.