«Cuando el diablo no tiene qué hacer, mata moscas con el rabo»
Este refrán viene muy al caso del intento del Ayuntamiento de Madrid de retirar la estatua de don Álvaro de Bazán, en la Plaza de la Villa, y sustituirla por una copia de la estatua de Felipe II que hubo frente a la plaza de la Armería, junto a la Catedral.
Esta innecesaria mudanza desvirtuaría una imagen tradicional de Madrid, desde que, en 1891, el gran maestro Benlliure labró esta magnífica escultura que, sin justificación alguna, pretenden ahora sustituir por una copia de una estatua de Felipe II. Todo un despropósito y todo un anacronismo, pues cuando se creó la plaza de la Villa aún no existía dicho rey, que por otra parte y sin menoscabo de su significado e importancia histórica, no está relacionado cronológicamente con los edificios de la plaza.
Inauguración del monumento a don Álvaro de Bazán en 1891.
(Foto: Todocolección)

La excelente estatua del invencible marino figura en todas las guías de la ciudad.

Otra estampa del acto inaugural de la estatua de la Plaza de la Villa
(tomada de la campaña realizada por la asociación: Madrid Ciudadanía y Patrimonio)

El monumento, a principios del siglo XX.
(foto anónima)

Y esta es la copia de la estatua de Felipe II que pretenden colocar en sustitución de la del marqués de Santa Cruz.
Lo mejor que pueden hacer es volver a colocar la estatua de Felipe II donde estaba, junto a la plaza de la Armería.
En fin, no hace mucho amenazaron con retirar la estatua ecuestre de Felipe III en la Plaza Mayor y afortunadamente no lo consiguieron.
Esperemos que esta vez tampoco lo logren, y para ello hace falta tu firma:
Esto del cambio de estatuas es prueba de que a nuestros munícipes les sobra tiempo y de que no saben qué hacer con él.
Por favor, dejen tranquilas a las estatuas, no les causen un innecesario estrés.
Si les sobra el tiempo y no saben en qué emplearlo, ocúpense de tantos madrileños que lo están pasando mal con esta puñetera crisis.