Caminando por la calle de Miguel Servet (Lavapiés) observé que en el número 13 hay una entrada de carruajes con un curioso pavimento. ¡Los adoquines son de madera!. Un vecino me comentó que sólo hay dos accesos a edificios en Madrid con adoquinado de este tipo, el que nos ocupa y otro que debe estar en la calle Coslada 5 o 10, según él. Pasear sobre estos adoquines es muy agradable. La sensación es de blandura, en comparación con los duros adoquines de granito. Y si han durado tanto (deben llevar allí cerca de un siglo) es como para que algún arquitecto lo tome en cuenta en sus proyectos. Sé que en el pasado hubo un intento de pavimentar una calle, la calle Peligros, con adoquín de madera, pero no funcionó. tal vez en exteriores sea muy complicado.

Foto: Carlos Osorio.