Madrid en 1900. Lo que me llama la atención de esta foto es que todos o casi todos son hombres, que todos o casi todos llevan la cabeza cubierta, y que había muchos personajes quietos. Hoy vas por la calle y ves a todo el mundo moviéndose de acá para allá, y entonces había gente detenida, mirando, charlando…
Detenidos estaban y detenidos los dejó esta fotografía.
Tal vez sigan allí aunque ya no les veamos…
Detenidos estaban y detenidos los dejó esta fotografía.
Tal vez sigan allí aunque ya no les veamos…
Y ninguno va hablando por el móvil. Sin caer en el absurdo del 'cualquier tempo pasado…', hay que reconocer que en nuestros días parece que siempre llegamos tarde a lo que sea, que estar sin conexión a «la intenné» es gravísimo, que pasear, simplemente pasear, es una pérdida de tiempo. Tal vez por eso vuestro ayuntamiento se ha ocupado diligentemente de eliminar la posibilidad de sentarse unos minutos en cualquiera de las plazas que van «granitizando» de manera inexorable.
Por cierto, no dices dónde se tomó la foto. ¿Será eso el próximo trivialillo?
Aguda reflexión, insigne Jeremías. Podemos considerarla en sí misma un trivialillo ya que no sé en qué lugar de Madrid se tomó esta foto. Tal vez alguien lo sepa…
La verdad es que solo hay dos maneras de saber la localización de este rincón, o ir al archivo de Villa y ver dónde estaba la sedería llamada Pamplona, para lo cual no tengo ahora mismo tiempo, o irse fijando en las fachadas, esperando que no hayan cambiado demasiado. En primer lugar hay que destacar la soberbia portada de aquel establecimiento, en un tiempo en que los comercios eran monumentos, benditos tiempos aquellos! Bien, habría que seguir la huella de los gremios, el de las sedas estaba establecido en torno a la plaza mayor, luego tiene que ser por ahí. Las tiendas de sedas se fueron desplazando a calles colindantes, como Imperial y Atocha. El caso es que la fachada de este comercio se parece a una fachada que hay en Imperial 5 y 7, pero puede ser cualquier otro lugar. Ese callejón peatonal me despista, tal vez se trate de una calle desaparecida al hacer la Gran Vía…
La foto es un retrato de época cojonudo, Osorio, pero respecto a lo envidiable de su actitud, no sé qué decirte, soy bastante escéptico. Fíjate que realmente no hay nadie charlando, cada uno mira para un lado, no hay comunicación. A mí más bien me sugiere personas solitarias, ociosas, sin nada que hacer y quizá ni donde ir. El paro (cesantes, se llamabam entonces) no es ningún invento de Zapatero ni de Rajoy y 1900 no era precisamente una época muy boyante para la economía española. Y si nos ponemos a pensar mal, a lo mejor están allí, en esa actitud, esperando clientes para ofrecer o recibir algo no del todo legal. O que el fotógrafo les ha dicho ¡quietos, paraos, que os voy a sacar un retrato!