Foto C. Osorio

Echo de menos la droguería de Martínez Orúe, en la calle Postas 19, especializada en tantos productos útiles para el hogar, y en pigmentos y pinturas para artistas. Ahora es una tienda de souvenirs para turistas. Otro comercio útil que se convierte en comercio de capricho y nadería. En sus bonitas cajoneras de madera se podía leer: «estoraque, benjuí, esperma de ballena, licopodio,greda, alcanfor…», me parece que aún puedo recordar algunos de esos aromas de otro mundo. En cambio los souvenirs no me huelen nada bien.