«Senderos conocidos,
camino andado

pasé corriendo un día
y ahora despacio.

Amor casi sin nombres,
vestido claro;
amores que ahora vive
el solitario.

Paseos: laberinto
siempre acertado
la mañana venía
tan a la mano.

Como la lluvia luego,
como los pájaros
a las ramas más altas
del alto árbol.

Paseos de mi pecho
acongojado
por idas y venidas
de los que amo.

Quién os tuviera siempre
tan bien trazados
como estos que del tiempo
surgen intactos.

Paseos del Retiro,
verdes, dorados,
hermosamente fuertes
sobre los años,

os quedaréis un día
solos, andados…
y ya no sabréis nunca
del olvidado».

José García Nieto.

Foto Álvaro Benítez.