Me he dado una vueltecilla por el Conde-Duque y esto es lo que han visto mis ojos:
1- La reforma de las fachadas: La reforma del Conde Duque obedecía a la necesidad de terminar el patio sur, es decir, una cuarta parte del edificio, por lo que no hubiera sido necesario gastar una suma tan importante en reformar las otras tres cuartas partes, que ya estaban reformadas. El tratamiento de las fachadas es incorrecto, puesto que se ha querido dar un aspecto de edificio industrial a un edificio barroco que nunca tuvo el ladrillo visto. Se han eliminado los tejados y buhardillas para poner una chapa metálica, un sinsentido digno de la época actual. Las fachadas de los patios son de una sosez total.
2- La reforma de los interiores:
La reforma interior, especialmente la del patio sur que acaba de ser rehabilitado me parece excelente, y como muestra aquí están estas imágenes. Por una vez voy a ser pródigo en la parte gráfica, ya que he disfrutado con la visita:
El tejado de chapa es un insulto, además de tener peor rendimiento energético.
Pues sí, Miguel Angel, un capricho absurdo que nos ha salido bastante caro.
Tendría que verlo en persona, pero con el tejado de chapa se me han quedado los ojos como platos. ¿Después de aberraciones y despilfarros como éste es cuando Gallardón se compromete a gobernar con austeridad? Pues podía haberlo pensado antes.