Querida Constitución Española:
Muchas Felicidades, y gracias por estos 34 años de libertad.
Una gran constitución para un gran país. Un país que, pese a su gran fuerza, está siendo maltratado por los poderes financieros y sus representantes.
Mejorar la Constitucíon: sí, pero con el consenso de la mayoría.
Una tarea pendiente: ampliar la democracia y atajar la corrupción. Recortar los privilegios y los abusos de los poderosos, no los derechos sociales. Este año nos toca defender con todas nuestras fuerzas dos de las cosas que hacen grande a nuestra querida España: La Sanidad y la Educación públicas.
Según una reciente encuesta del CIS, la mitad de los españoles opina que hay que reformar la Constitución. En los sondeos que estos días están planteando casi todos los diarios digitales a sus lectores, son también mayoría los que votan a favor de cambiarla.
Pero yo me pregunto, quitando a los funcionarios que han debido estudiarla forzosamente, ¿cuántos españoles han leído la Constitución del 78 siquiera por encima?
Antes de que me respondas, ya lo hago yo, porque casualmente he localizado el dato concreto. Si los resultados del barómetro del CIS pueden hacerse extensivos al conjunto de la población española, se desprende que un 64,5 por ciento de los ciudadanos reconocen conocerla muy poco o casi nada, pese a lo cual el 51,5 por ciento se manifiesta a favor de cambiarla. Así que mi siguiente pregunta es la única lógica: ¿No somos un poco papanatas?
Tenemos en España la 'virtud' de hablar y pontificar sobre cualquier cosa, de todo sabemos y todo lo criticamos, aunque lamentablemente las estadísticas demuestren que en pleno 2012 seguimos siendo un país bastante inculto. Los comentarios que pueden leerse en los distintos foros, blogs y diarios digitales son mayoritariamente patéticos, deprimentes. Pero si hasta cierto punto es comprensible y disculpable la escasa formación y deplorable capacidad de expresión escrita del español medio, ¿qué decir de la legión de opinadores y tertulianos 'profesionales' que hoy florecen como setas cultivadas en los debates televisivos y radiofónicos, así como en las innumerables webs surgidas al amparo de la gratuidad de internet?
Sí, es cierto, Bernardino, hay que conocer antes de opinar. Hay expertos que dicen que muchos de los cambios solicitados no implican una reforma de la carta magna, es lo suficientemente elástica.