Uno de mis placeres madrileños es, después de un paseo en bici por la Casa de Campo, tomar el aperitivo en «El Urogallo» junto al lago.
Este animado bar y restaurante se caracteriza por sus aperitivos generosos.

Y para comer, el sitio no está nada mal. La relación calidad/precio/trato está razonablemente bien.
Quizás en su afán de servir rápido las mesas descuidan el punto de algunos platos más elaborados, pero el precio (entre 25 y 40 € por persona) está razonado por la abundancia que se ofrece.
Son de reseñar sus carnes a la brasa y algunos postres como las filloas.

El Urogallo. Casa de Campo. Metro Lago.