Madrid es actualmente una de las seis ciudades más ruidosas del mundo.

-Especialmente para los vecinos de la almendra central, el exceso de tráfico, las terrazas, el turismo masificado, las conductas incívicas como el botellón, las máquinas limpiadoras, las sirenas, la mendicidad musical, etc. hacen que la vida cotidiana en Madrid sea a menudo un verdadero suplicio.

Hacen falta normas que incluyan sanciones para los que las incumplan. Prohibición de actividades esencialmente ruidosas como el botellón, los mendigos musicales con trompeta o acordeón (no así los músicos profesionales sin amplificadores, que esos no molestan), el uso inadecuado de bocinas y sirenas, las máquinas limpiadoras, las fiestas nocturnas en pisos, o las terrazas y bares que abren de noche.

-Madrid tiene la asignatura pendiente de limitar los ruidos. Hacen falta responsables municipales y autonómicos valientes que puedan llevar a cabo esta labor. Hace falta educación cívica en los hogares y en las escuelas. Hacen falta leyes y sanciones (o trabajos sociales sustitutorios) que nos permitan a los madrileños tener una calidad de vida razonable y sobre todo poder conciliar el sueño.

Ideas para mejorar la ciudad.