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«El Mesón de los Guebos» así se titula este cuadro de Leonardo Alenza, en el que vemos un corralón madrileño de principios del siglo XIX, con unos tipos populares que acarrean mercancías.
El Mesón de los Huevos o de los «guebos» estaba situado en la calle de Atocha haciendo esquina con la calle Concepción Jerónima, frente a la actual plaza de Benavente; y allí permaneció desde 1590 hasta 1870.
En este mesón no sólo se guisaba, sino que se vendían productos diversos como embutidos, y sobre todo huevos. Los granjeros traían aquí la producción de sus gallinas, y aquí venían las hueveras, o mujeres que vendían huevos, a proveerse de su mercancía.
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«¡Vaya huevos, señores, los míos sí que son gordos!»
Estos y otros gritos se oían en plazas y mercados hasta fechas no muy lejanas.
La «Fortunata» de Galdós, era una de aquellas mozas que venían al Mesón de los Huevos a proveerse del género que luego vendía en las escaleras de la Plaza Mayor.
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Las gentes venían al mesón para comprar y vender productos del campo, pues aquí se recibían encargos, se recogían paquetes e incluso se compraban los pasajes para las galeras y diligencias que comunicaban Madrid con el reino de León.
El amigo Antonio Pasies escribió un interesante artículo en su blog sobre este curioso y popular mesón cuya memoria resulta tan evocadora.