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Al atardecer, las viejas fachadas de la Plaza de la Villa se beben golosas la luz de miel de las farolas.
Es lo único que puede beberse en esta plaza. Yo creo que es la única plaza de Madrid que no tiene ningún bar.
Bueno, a lo que iba, aquí tenemos el precioso edificio del Ayuntamiento Viejo, que fue construido en 1644 por Juan Gómez de Mora siguiendo instrucciones de Felipe IV.
Es curioso, pero hasta una fecha tan tardía Madrid no tuvo su casa del Ayuntamiento, reuniéndose hasta entonces el Concejo en el pórtico de la iglesia de San Salvador.
En la obra de este característico edificio del Madrid de los Austrias intervinieron también José de Villarreal, Teodoro de Ardemans y José del Olmo.
Fue Juan de Villanueva quien culminó la obra en 1789 haciendo este flamante balcón columnado que da a la calle Mayor, con la finalidad de que los reyes pudieran ver el paso de la procesión del Corpus.
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Fotos: Carlos Osorio.