Somos un ejemplo de vida en común. Así reza el mural situado en una medianería de la calle Santa Isabel, en Lavapiés. El mural, en varios idiomas relativos a las diversas gentes que hoy habitan el barrio, es una invitación a la buena convivencia. Por un momento, la imaginación vuela a un tiempo lejano, la edad media, en que el antiguo Madrid fue escenario de la convivencia de cristianos, árabes y judíos.