Siempre que paso por esta esquina, entre la Plaza de Oriente y la calle San Quintín, me quedo mirando estos balcones pintados por si algún día se abren y puedo ver a sus moradores que, con toda seguridad, serán dibujos animados.
Foto: Carlos Osorio.
O espectros de un pasado que no deja de existir
Trampantojos