Isabel de Portugal, esposa del emperador Carlos V, fue una mujer extraordinaria y sin duda es merecedora de una estatua que le recuerde.
Ahora bien, lo que sorprende es que dicha estatua forme parte del monumento a Cervantes situado en el centro de nuestra Plaza de España.
Cervantes no se corresponde con la época de Isabel, ya que nació ocho años después de la muerte de la reina.
¿A qué se debe este gazapo histórico?
No tenemos ni idea.
Cabe suponer que el escultor, Lorenzo Coullaut Valera, quiso hacer una estatua dedicada a la Literatura, y eligió como modelo el cuadro de Tiziano que representa a Isabel de Portugal, que aparece leyendo un libro. Esta es la explicación más lógica que hemos encontrado.
¡Qué cosa tan curiosa, Carlos!
Por lo menos nos queda una representación más de ella basada, como siempre, en el cuadro de Tiziano.
Abrazos
Bueno, el grupo escultórico se hizo en tiempos "imperiales" en los que se trataba de resucitar aquella supuesta España gloriosa en la que "nunca se ponía el sol", según la propaganda del régimen, para equipararla a la de entonces. Poco importaba el rigor histórico, ¿o es que la historia que nos contaban entonces en los colegios tenía algo que ver con la realidad?
Hola, Antonio, así es.
Hola, don Bernardino. No lo sé, porque yo en 1929 aún no iba al colegio, pero en todo caso resaltar la presencia del castellano en cuatro continentes no me parece imperialismo, sino un motivo más de encuentro entre gentes diversas.