Le llaman «La Catedral» y lo parece. Una gran catedral de las industrias del sur de Madrid. La antigua fábrica de ascensores de Boetticher, construida en los años 40 en Villaverde, es también como un gran cetáceo varado con sus costillas al aire. En estos, días, un hormiguero de obreros con chalecos amarillos realiza trabajos, no sé muy bien de qué clase, en lo que será el Centro de Nuevas Tecnologías. La nave, obra del arquitecto Ricardo Gómez Abad, posiblemente en colaboración con el ingeniero Eduardo Torroja Miret (digo posiblemente porque aunque así figura en la guía del COAM esto está en duda) ha sido declarada bien de interés cultural. La «nave Torroja» albergará en el futuro exposiciones de domótica, robótica y biotecnología, aulas de formación, reciclaje de productos electrónicos y además quiere ser un escaparate para los emprendedores. Ojalá llegue a ser todo eso y más, y reviva una zona herida y degradada. Entonces dejará de escucharse el lamento de la gran ballena de hormigón, varada en la inmensidad del sur madrileño.
P.D. Me comenta un vecino de Villaverde que él no tiene claro que la construcción del centro esté en marcha. Podrían ser únicamente obras de limpieza y consolidación. Parece ser que el Ayuntamiento contaba, para financiar su parte, con la construcción de cuatro bloques de pisos junto a la nave, que tal y como está la cosa, no parece que vayan a edificarse.

Fotos: Carlos Osorio.