Una sala de conciertos del XIX: Paralelamente a la fabricación y venta de pianos, los Hijos de Montano establecieron una sala de conciertos a la que llamaron “Salón Montano”. Esta sala conserva sus valiosos murales, las columnas y las taquillas de venta de entradas. Hasta hace poco ha sido una tienda de decoración: “Rústika” (C/ San Bernardino, 3) cuyos dueños han cuidado y restaurado a sus expensas este valioso legado cultural. Los murales son del gran pintor y ceramista Daniel Zuloaga (tío del pintor Ignacio Zuloaga) La mayoría están hechos al óleo sobre lienzos pegados al techo. También hay unas pinturas de estilo pompeyano sobre pared y un tapiz.Las bonitas taquillas, hechas en madera y hierro, están pintadas de blanco y pueden verse al entrar en la tienda. Actualmente está cerrado.

Fotos: Carlos Osorio