El feismo o culto a la fealdad, unido a la desidia de los organismos que deberían velar por el patrimonio han propiciado que los tejados y fachadas del casco histórico se hayan llenado de enormes tuberías, monstruosas chimeneas y cutres aparatos eléctricos colocados allí donde más se ven y más desentonan.
Véase por ejemplo este conjunto de repetidores de móviles y aires acondicionados en un edificio protegido de la Plaza de Santa Ana
Esta «airosa» chimenea en el tejado de las Escuelas Pías
O la llamativa chatarrería que corona el Corte Inglés de Sol.
¿Tanto cuesta poner un poquito de cuidado en mantener curiosita nuestra hermosa ciudad?
Fotos: Carlos Osorio.
Completamente de acuerdo, Carlos. Estás en todo. Saludos, Jesús
Invade…? Parece que se nos olvido los bosque de antenas de televisión de toda la vida.
El feísmo invade los tejados y tooooooodo el resto, empezando por los eriales de granito de Gallardón y acabando por las ocurrencias de vecinos y comunidades…
Eso es que no habeis ido a Parla, con sus bloques setenteros, ochenteros y dosmileros, es decir, todos los edificios, cultivados de miles de parabolicas y donde cada uno hace lo que le da la gana con su fachada, sus persianas, sus toldos, sus cerramientos…….
Apologia del chabolismo vertical y Horror en estado puro
Parece mentira que en la época del diseño esté tan descuidada la estética de nuestra ciudad.
Hola Carlos. El descuido de lo que pasa en las cubiertas de los edificios de Madrid no tiene parangón con otras ciudades europeas o españolas, y lo triste es que no se respeta nada: ni el centro histórico ni los edificios más significativos o valiosos. Nos hemos acostumbrado a no mirar, a no querer ver tanta chapuza que encorseta y enturbia la visión de la arquitectura y el paisaje urbano. Pero muchas de estas intervenciones no sólo están toleradas por dejadez municipal sino propiciadas por las exigencias tecnológicas de las normativas de industria, como en el caso de las instalaciones de gas dan a algunas fachadas el aspecto de instalaciones petroquímicas.
Cerramientos descontrolados de terrazas, acondicionadores de aires colgados, antenas de televisión y telefonía, equipos de aire acondicionado, tuberías de gas, cables telefónicos…. van borrando la fisonomía de los edificios, que se convierten en amasijos habitados. No sabemos cómo, pero en otros lugares todo eso debe estar resuelto, porque no lo ves, mientras que aquí parece que hay hasta cierto exhibicionismo y regodeo en colgar y añadir cosas con un desprecio que deprecia a la ciudad en sus detalles y en su conjunto.
Si alguien o tú mismo, Carlos, se preocupara de hacer un informe sobre este tema, podríamos plantear una denuncia ante el Ayuntamiento y sus grupos políticos, para hacerles conscientes del tema y que estudien las medidas a tomar (a todo esto, muchas de esas intervenciones están fuera de la legalidad, que esa es otra).
Saludos
Vicente Patón
Ohhh, Ohhh, OHHHH!! Desde dónde has hecho la primera foto??? Me encantan las chimeneas de cerámica que parecen pequeños budas tahilandeses ^^ (de hecho las he descubierto hace bien poco y las busco por todo Madrid para hacerles fotos)
Saludos y Gracias! 🙂
(las primeras chimeneas que "encontré": https://picasaweb.google.com/117816707761044002784/MISFOTOS#5593126195337825282)
PD: Muy buen blog ^^
El problema ya no tiene solución. Nunca lo tuvo. Baste con ver la fachada del Ministerio de Hacienda al comienzo de la calle Alcalá, con ttoda la fachada decorada con bombas de calor de los aires acondicionados. Es lo más horrendo que cabe ver.